Una campaña sin sentido
Por: Jesús Nova
He visto, escuchado y vivido muchas cosas en los años que tengo de vida,
y en esta ocasión quiero compartir con ustedes algunas consideraciones en torno
a la campaña mediática que un grupejo de supuestos comunicadores y dizque
intelectuales del país llevan a cabo contra el nuevo ministro de cultura el
cantautor y publicista José Antonio Rodríguez.
Quiero antes de todo explicar por qué les llamo de esa manera, y no creo
a esos faltarle el respeto, puesto que un comunicador social o periodista debe
tener como propósito principal llevar información clara, precisa, verídica y
justa a la población, a fin de que esta cuente con el conocimiento real de un
hecho o una situación determina.
Un intelectual es una persona llena de conocimientos generales, pero de
forma especial la literatura, las bellas artes y la historia de los pueblos;
eso esta bien y es cierto, pero quién fue que dijo alguna vez que solo la
literatura y las bellas artes son la cultura de un pueblo, cualquiera que sea
ese pueblo?
La cultura es todo lo que somos y hacemos, es la razón por la que queda
claro que la cultura de un pueblo no desaparece, solo se transforma y esa es la
grandeza mayor de cualquier país del mundo, no quedarse detenida en el pasado,
sino avanzar con los tiempos.
La cultura en nuestro país la hacemos cada día tu y yo, cuando caminamos
en las calles, con la música que escuchamos y la que hacemos, con lo que
comemos, con nuestros refranes, nuestra forma de saludar, de reírnos, de
llorar, lo pintoresco nuestros colores en la ropa y como están pintadas y
diseñadas nuestras casas, eso es solo parte de nuestra identidad cultural.
Definitivamente no creo en los que hacen cultura detrás de un
escritorio, sin salir al campo y beber de la fuente del saber campesino, no
creo en los que hablan de cultura y de intelectualidad sin visitar los mas
recónditos lugares de nuestra nación, para por sí mismos, darse cuenta de la
diversidad y riqueza que tenemos en esta tierra.
No creo en esos que hablan sin haber vivido, los que hablan sin
investigar, esos que nunca se sentaron a disfrutar un café con Fradique Lizardo
y aprender un poco de sus andanzas, ni con Nereyda Rodríguez, ni mi querido
amigo Dagoberto Tejeda, y que es posible les hayan conocido, en el caso de los
que ya no están entre nosotros, y a Dagoberto lo conozcan pero de referencia,
por sus libros o por que lo han visto en los periódicos; esos que seguro al
criticar al ministro de cultura se preguntarán de las obras de ese hombre y los
eventos producidos.
Sabrán esos supuestos comunicadores e intelectuales quién es Xiomara
Fortuna, Patricia Pereyra, Lenin Abreu, Duluc, Irka Mateo, Roldán o la
Reverenda? Sabrán ellos de Mata los Indios y Yamasá? Sabrán de lo que ocurre en
un batey un viernes santo a media noche? O habrán pasado alguna noche en
Bayaguana esperando el amanecer el día del Santo Cristo y conocerán su historia?
O quizás disfrutaron alguna vez un atardecer escuchando los chuineros de Bani? O
Tal vez alguna vez escucharon los acordes de una guitarra, borracha de pasión
tocada por Luis Díaz?
Solo quiero concluir pidiendo a Dios que le dé fuerzas al antiguo flaco,
creador de muchas canciones poéticas, para orgullo del país, como ocurrió en
Viñas del Mar, y pedirle además a los demás, teniendo muy claro que como dice
Cortés, soy el “demás de los demás”, que le permitan trabajar a nuestro nuevo
ministro de cultura José Antonio Rodríguez, y como dice una canción de su
autoría: hay gente que ríe, hay gente que llora, hay gente ayuda, pero hay gente
que jode.