miércoles, 12 de octubre de 2011

La Mentira del "No a las Drogas"

Por: Jesús Nova

Cada vez que veo y escucho el famoso No a las drogas me digo a lo interno, cuanta mentira disfrazada de verdad, y paso a compartir una serie de consideraciones en relación a este, tema que ocupa las principales de los diarios locales, y uno que otro comentario en programas de radio y televisión, no daré más vueltas y les explico.

Has escuchado al igual que yo durante muchos años de la lucha contra el narcotráfico, y ahora yo pregunto ¿Cuál lucha? ¿Cuál No a las drogas? Esto es una mentira histórica para entretener una sociedad cegada por el inmediatismo, por las crisis mundiales que tanto nos afectan o por lo menos eso nos hacen creer, sumado esto a la enorme deuda acumulada por nuestros gobernantes.

Como podemos hablar de lucha contra un flagelo tan malvado, perverso y poderoso, sin dejar claro que ha existido y existe complicidad, social, política, policial, militar y judicial para apoyar a que este tome fuerza e incida tan negativamente en la mayoría de los espacios en los que nos movemos cotidianamente.

Desde la cafería de la esquina hasta el más exclusivo restaurante, desde la choza del más deprimido barrio, hasta la mansión con mayores lujos en cualquiera de los sectores privilegiados del país, o en una de las villas donde solo unos pocos tienen acceso está metido el tráfico de drogas,

No a las drogas, pero desde hace muchos años nos muestran cómo se consume y trafica en grandes cantidades, solo recordemos “El Padrino, Cara Cortada, Miami Vice y ahora cualquier cantidad de mini series y novelas donde se cuenta con encanto de los placeres malvados del narcotráfico, sus despampanantes mujeres, carros de lujo, mansiones, pero también de lo que son capaces de hacer para mantener el control de sus negocios y el dinero.

Que tanto hablar de No a las Drogas, si quienes más lo dicen, son quienes más la consumen y donde menos se habla de grandes cantidades y traficantes atrapados en su territorio o en su frontera, claro está, es más fácil echarle la culpa de todo a los países deprimidos y deprimentes, que son quienes la producen y sirven de puente para que llegue a sus naciones, y sea consumida, por sus honorables ciudadanos, cuanta falsedad, cuanta mentira.

Y debe quedar claro, que bajo ningún criterio defiendo ni justifico a estos países, ni a sus gobernantes y autoridades, que a todos los niveles permiten que esto ocurra, y que además se lucren de este negocio maldito de corrupción y muerte a gran escala, pensar en la cantidad de droga que se atrapa aquí permanentemente es para reflexionar, pero pensar en la gran cantidad que no se atrapa es para sentarnos a llorar

Los asesinatos, los heridos por enfrentamientos de bandas defendiendo su territorio y el terror en que sumergen a los ciudadanos honestos, sumado al miedo que nos causa ya salir a las calles, son apenas uno pocos tópicos que podemos dejar por sentado en ente escrito.

Pienso en la frontera dominico haitiana y me da grima, pues lo que por ahí entra y sale sin control es incalculable, perdón, con el control de los narcotraficantes, y saber que un montón de policías y militares quieren que los manden para haya, para hacer lo dice el refrán, para hacer su agosto sin importar el mes en que estemos.

No estoy hablando de Figueroa y su grupo, hablo de los que no van a juicio, ni en ese caso ni en ningún otro, a esos niveles, y si no es así que nos digan de frente a los ciudadanos/as del país donde están los policías, militares, comerciante, políticos amigos y cómplices de estos, o los de Quirino, o los que permitían a Florián manejar sus negocios desde Najayo dónde están?

No a las Drogas, y no le entregan a las instituciones que trabajan en contra del narcotráfico lo que les corresponde según la ley, ni a las instituciones que trabajan para recuperar de la adicción a niños/as, adolescentes y adultos, quienes por el contrario están al borde de la locura pues casi no pueden costear sus gastos para mantenerse abiertos y dar respuesta a tanta demanda.

No a las drogas, sin transparencia, no solo de nosotros, sino de los grandes consumidores del mundo no es posible, pues las drogas tienen raíces profundas en la pobreza, en la venta de armas, en los espacios de poder, lujo y placeres que solo se pueden ver en este terrible y detestable negocio, donde la blanca, tiñe de rojo sangre la humanidad y el negro, de luto a millones de familias en el mundo.

Por favor, por honor, no más mentiras con el lema de No a la Droga.

lunes, 10 de octubre de 2011

Cambio de Conducta

Por: Jesús Nova


En estos días maravillosos, donde los padres y madres llevamos a nuestros hijos/as a la escuela, es importante que nosotros los adultos, los que debemos ser ejemplos para ellos, nos pongamos al acecho en torno a lo que son nuestras formas de comportarnos, no sólo cuando los llevamos a su centro de estudios, sino siempre. Estén con nosotros o no, y les explicaré porqué creo esto.

Al llevar a mis pequeños Rodrigo y Juan Octavio al colegio, me sorprendieron algunas actitudes que vi en un recorrido de no más de 6 cuadras. Lo primero fue ver como se producía un gran tapón en el semáforo de la esquina, gracias a que los ciudadanos/as que debían girar a la izquierda ocupaban el carril de la derecha, lo que no permitía que quienes deseábamos seguir derecho pudiéramos avanzar por el carril que nos correspondía hacerlo, según indican nuestras leyes de tránsito.

Esto, agravado porque varios conductores/as bloqueaban la intercepción con sus lujosos vehículos, vi cuando alguien le dijo: pero por Dios no bloqueen el paso de los demás, ¡ay mi madre! un señor de traje gris le hizo una seña feísima con su mano izquierda, claro está, luego de bocearle varias palabrotas, tan grandes y feas que las que dice Alvarito en la radio no son más que piropos frente a éstas, imagínese usted.

Mientras esto ocurre, yo subo un poco una canción de Marcela Gándara que a mis muchachos y a mí nos gusta mucho. Avanzamos hasta poco antes de entrar al colegio, donde unos diez automóviles hacíamos una hilera pegados a la acera derecha esperando nuestro turno para entrar al centro de estudio a dejar nuestros hijos para que recibieran las clases de ese día pero, para mi sorpresa, dos vehículos con niños abordo aparecieron de repente y se cruzaron delante de todos los que hacíamos turno para entrar.

Pero, lo que más asombro me causó fue ver como el portero mandó a detenerse a quien estaba en la fila, saludó a ambos conductores, sí a los que se atravesaron y les dejó pasar como guardia que saluda y complace a su jefe; yo sólo miré, sonreí y me dije: Señor, gracias por permitirme ver estas cosas y no llenarme de enojo; gracias Padre celestial, pues me pruebas cada día que has obrado en mí, lo digo pues en otro tiempo estos no se abrían librado de un insulto de mi parte.

Pero llegó el momento de la reflexión. Me pregunté una y otra vez, si por la prisa nuestra debíamos dar ejemplo de grosería, indecencia, abuso, intolerancia, arrogancia, incoherencia, imprudencia y prepotencia a nuestros hijos/as; yo prefiero creer que ese día los padres y madres salimos y coincidimos en un mal momento, y que esa no es la forma de actuar cotidianamente de estos adultos; que tenemos el deber de enseñar lo mejor a nuestros vástagos, pues si es así, tenemos por obligación que hacer un cambio de conducta.