martes, 28 de septiembre de 2010

Situaciones que Lastiman


Por: Jesús Nova

En estos días que he tenido la posibilidad de rodar un poco por diferentes lugares del país, llegué a una pequeña y laboriosa comunidad ubicada unos 30 Km antes de llegar a su provincia cabecera Samaná, y que lleva por nombre Sánchez. Está en su fundación fue llamada Las Cañitas, siendo elevada a la categoría de municipio en 1866 en honor al patricio Francisco del Rosario Sánchez.

Hago mi primera parada a unos 500 metros luego de entrar por su calle principal, lugar donde me esperaba el querido amigo Franklin de la Cruz, oriundo de allí, soy recibido como invitado especial, claro está era Franklin quien me recibía y por nuestra relación no podía ser de otra manera, luego del abrazo de lugar y el comentario obligatorio de cómo estuvo el viaje, comenzamos un recorrido por el pueblo.

Observo mucho movimiento de gente un lado al otro, lo que me obligan a preguntarle a mi anfitrión, Franklin ¿De qué vive la gente en Sánchez? Pero antes de su respuesta, me dije a mi mismo ¿Qué vas a hacer con esa jodida maña de estar preguntando a cada momento y en todo lugar disque por aquello de estar enterado?

El dice, bueeeeno hermano, aquí la gente vive básicamente de la pesca, la agricultura y los negocios, así responde, sin dar ningún detalle, y de inmediato vuelvo yo con la preguntadera ¿Franklin y qué tipo de negocio? A lo que él responde presuroso, diversos, hay colmados, almacenes, tiendas de ropa, de celulares, bares, lugares de comida, pero vivimos te repito, básicamente de la pasca, la agricultura y los negocios, ya que muchos hoteles de la zona se abastecen de peces, mariscos y nuestros productos agrícolas.

Pero no sé, no quede totalmente convencido y vuelvo a preguntar, por casualidad ¿No se te escapa algo? Digo yo. Mi amigo me mira con un dejo muy sutil de enojo por mi insistencia, piensa un poco y dice: pensándolo bien sí, se me escapaba mencionar las remesas y otras vainas de las que prefiero no hablar.

Y pienso yo, con tanta cortesía en la respuesta lo mejor es callar y callé, pero por poco tiempo como han de imaginar.

El paseo de exploración continuo y al pasar por una hermosa casa Victoriana Franklin, procede rápidamente a contarnos su historia y de los primeros habitantes en esta localidad, llegados de Puerto Rico pero de origen español en el año 1824, luego este dato, procede a decir con un poco de amargura en sus palabras, algunos datos históricos de su natal a la que tanto ama.

Me dice con su voz entre cortada y débil, hay muchas cosas que duelen y que no entiendo, por ejemplo y ahora soy yo quien te pregunto y me pregunto ¿Cómo es posible que el pueblo por donde entro el desarrollo económico al país, no este desarrollado? Escucha Jesús, el Primer puerto, estuvo aquí, los primeros tres bancos comerciales extranjeros, el primer correo, el primer ferrocarril que llegaba hasta la vega y luego hasta Santiago ¿Tú me puedes explicar? Porque no nos desarrollamos, si fuimos los primeros.

O ¿porque todavía pescan con redes prohibidas en un santuario como este y ante las narices de las autoridades, sin que nadie diga nada?, Respóndeme tú que yo no entiendo. Y otra vez, pero ahora casi en forma de desafío pregunta: ¿Por qué hacen redadas y les quitan las redes a las que llaman la Licuadora y le confiscan las embarcaciones, incluidos sus motores y al poco tiempo se los devuelven, siguiendo como si nada en su mala práctica? Dime tú, sin que ya su voz fuera entrecortada sino más bien con mucha fuerza, insistió, dime tú que bienes de la capital donde se dan las órdenes que aquí se ejecutan ¿Que es lo que pasa? Dime, no te calles.

Por mi madre doña Genara que en paz descanse, no sabía que decir, pero me llego un momento de lucidez y dije: te prometo que tu dolor y preocupación las haré llegar a los funcionarios y/o a los ministros y me callé, pensando de qué forma cumpliría mi promesa.

Pero saben, hay mismo recordé que fue un general el que me invito no hace mucho tiempo a comernos puerco cimarrón que son su delicia. Seguí entonces mi recorrido, y mi estancia en el lugar fue desde ese momento sin más preguntas al amigo, ya saben ustedes por qué.

Reflexione entonces y me dije: ¿Ya sabes Jesús, lo que fuiste a busca a Sánchez en Samaná?

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