martes, 16 de noviembre de 2010

Estos Tiempos

Por: Jesús Nova

Este es el tiempo que mis padres siempre sabios, me decían que llegaría y yo no les creía, pero así son las cosas, unos primero otros después, y digo esto porque ahora soy yo quien me atrevo a adelantarme a los acontecimientos y mis vástagos no me creen, entendiendo que he entrado en el grupo de los padres exagerados.

En estos tiempos en que me encuentro con grupos de amigos, ex amigos y conocidos a los cuales por lo menos que yo recuerde no les retirado mi amistad sino ellos a mí en el entendido de que no estoy en su parcela política o en su partido político y pregunto yo: ¿cuándo es que he militado en partido alguno? es cierto que en innúmeras ocasiones he dicho que soy parte de la Nueva Alternativa, pero nunca he sido activista ni de este, ni de ningún otro.

Hago está reflexión, pues mi madre siempre me dijo: mi hijo los políticos no son amigos de nadie y casi estoy obligado a darle la razón, si no fuera por escasa acepciones. Y mí querido viejo replicaba una y otra vez: muchacho prepárate y fortalécete en lo tuyo, pues cuando tú menos lo esperas esos en los que tanto confías, te sacan la alfombra de los pies y caerás al suelo, lo que realmente me parecía bastante pesimista.

Ese tiempo en que los hijos estarían contra los padres y los padres contra los hijos, solo me parecía un episodio de terror de esos que se describen en la biblia, pero veo que era verdad, saber que en muchos casos los amigos no son realmente amigos, que hasta los hermanos por intereses puramente económicos se pelean y se convierten en férreos enemigos, que casi nadie respetará la mujer de su prójimo y que desearíamos hasta más no poder los bienes de nuestro hermano, confieso, todas estas cosas las entendía extrañas y alarmistas.

Llegado este momento, donde hasta líderes religiosos se han convertido en negociadores, en intermediarios de gentes deshonestas, en gentes sucias y manchadas con dinero de muerte y narcotráfico, pero que se venden en nuestra sociedad como amables y buenos ciudadanos que hasta hacen obras de bien social, inclusive hasta tienen fundaciones para hacer el bien, aunque no son más que farsantes de la moral.

Estos tiempos donde comunicadores venden su palabra al mejor postor, donde lo honesto parece no tener sentido y solo los que amasan fortunas sin importar de donde venga, son respetados y amados en nuestro país. Todas estas cosas mis padres me las anticiparon hace ya muchos años ¿pueden creerlo? Y no les creía.

Que las drogas serían el mejor negocio del mundo y también el que más muertes traería, que superaría el negocio maldito de la venta de armas que solo sirven para quitar vidas, que los jóvenes estarían atracando, usando drogas, matando por encargo y muchas otras cosas más.

Decían que hablar de amor, solidaridad, hermandad, lealtad, cariño, respeto a la vida, la naturaleza sería tarea de unos pocos soñadores, que además hablarían de un Dios de amor, aunque muy pocos le asieran caso.

Estas cosas me anticiparon mis padres, repito no les creía, pero…. Si hay un solo chance para unirme a ese grupo de soñadores y soñadoras por favor, por amor, tomen nota y me incluyen.

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